En declaraciones a la Agencia Hawzah en Mashhad, Hoyyat al-islam Khanali Ebrahimi señaló que las naciones del mundo están empezando a comprender la verdadera naturaleza del dominio occidental y se están levantando contra la opresión y el engaño.
“Quienes durante años fueron engañados por los medios occidentales ahora ven con claridad que Estados Unidos sigue siendo el enemigo de las naciones: la misma arrogancia que ayer apoyó al Sha de Irán y hoy defiende al sionismo”, afirmó.
Ebrahimi destacó que las crecientes manifestaciones antisionistas en Europa y Estados Unidos reflejan este despertar mundial. “Los eslóganes que se escuchan en las calles de las capitales occidentales muestran que el despertar del pueblo iraní, iniciado el 13 de Aban, continúa”, agregó.
Al referirse a la reciente confrontación de 12 días entre Irán y el régimen sionista, señaló que este hecho demostró que la capacidad disuasiva de Irán ya no se limita a las palabras. “Irán demostró que defiende su seguridad y que no permitirá que el régimen sionista domine la región. La guerra de 12 días envió un mensaje claro: la era del miedo ante la arrogancia global ha terminado.”
Subrayó que el continuo apoyo militar y mediático de Washington a Tel Aviv volvió a poner en evidencia su hostilidad inmutable hacia la nación iraní, aunque ahora se exprese en formas modernas, como las sanciones y la guerra cognitiva.
Ebrahimi exhortó a la joven generación a considerar el 13 de Aban no como un recuerdo, sino como una hoja de ruta, destacando que la independencia y la dignidad se alcanzan mediante la resistencia, no mediante la complacencia.
Resaltando el papel del clero, afirmó que los seminarios deben asumir el liderazgo en “aclarar los hechos, contrarrestar las narrativas mediáticas hostiles e infundir esperanza y fe en la juventud.”
“El enemigo ha emprendido una guerra de desesperanza contra los jóvenes iraníes. El seminario debe responder reavivando la esperanza y la confianza, mostrando la realidad del progreso y la resiliencia de Irán”, añadió, subrayando que la esperanza en sí misma es una forma de resistencia.
Concluyó afirmando que la Revolución Islámica es el legado de innumerables mártires y que el despertar de las naciones —que comenzó en Irán— hoy resuena en todo el mundo. “Continuar este camino significa continuar el 13 de Aban hasta que la bandera de la justicia sea alzada a nivel global”, declaró Ebrahimi.
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